La historia del Kursk, el submarino ruso que tuvo en vilo al mundo Considerada un fortaleza submarina, imposible de destruir, el hundimiento del Kursk el 12 de agosto de 2000 fue una de las mayores tragedias navales de Rusia, entonces gobernada por un novato en el poder llamado Vladimir Putin. Durante unos juegos de guerra en el mar de Barents, el submarino nuclear, joya de la armada rusa, se fue a pique con sus 118 tripulantes después de dos explosiones, la última equivalente a un terremoto de poco más de 4.2 en la escala de Richter. Fue el primer ejercicio naval importante que se realizaba en 10 años y la oportunidad para el Kremlin de dejar en claro que las fuerzas herederas del Ejército Rojo eran capaces de responder a amenazas potenciales. De las maniobras participaron 30 naves y tres submarinos, entre ellos el Kursk, armado con 18 torpedos y 22 misiles de crucero. El disparador del drama ocurrió a las 11.28, en la sala de torpedos, cuando una filtración de ...